SBG Declaración Doctrinal Básica
En cuanto a la Palabra de Dios
Creemos en la inspiración verbal y plenaria de los sesenta y seis libros de la Santa Biblia.
Creemos que las Escrituras han sido preservadas fielmente por Dios a través de los tiempos en forma confiable hasta nuestros días.
Las Sagradas Escrituras son la autoridad suprema, única y final en todos los asuntos de fe y práctica.
II Timoteo 3:15-17; “y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
II Pedro 1:19-21; “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”
Creemos que la Biblia, toda ella, es la Palabra inspirada por Dios y fue escrita por santos hombres que fueron inspirados por el Espíritu Santo, registrándose así de manera definida en su totalidad lo que conocemos como la Biblia o la Palabra de Dios. (Jeremías 36:2; Ezequiel 1:3; Hechos 1:16; 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:19-21)
Creemos que es la verdad sin ningun error de ninguna clase, y es y será la única revelación completa y final de la voluntad de Dios para el hombre, a la cual se debe sujetar todo juicio que se forme, ya sea en conducta, creencia y opiniones humanas (Salmos 19:7-10; 119:60).
Sostenemos que tenemos la misma Biblia que tuvieron los cristianos del primer siglo, traducida desde los idiomas originales ya que Dios prometió preservar su Palabra por siempre. Creemos firmemente que la Versión Reina Valera 1960 es una excelente y la mejor traducción al idioma español y nos limitamos a usar exclusivamente esta versión. (Salmos. 119:89; Isaías 40:8; Mateo 5:18; Mateo 24:35; 1 Pedro 1:25).
Sobre Dios el Padre
Creemos que Dios es supremo en Su persona, eterno en Su ser, absoluto en Sus atributos y glorioso en Su perfección.
Creemos en un Dios Triuno, Creador del cielo y de la tierra, y que Dios se manifiesta en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, iguales en poder y gloria.
Éxodo 20:2-3; “Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. 3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.”
Deuteronomio 6:4-5; “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. 5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
Mateo 28:19-20; “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Creemos que hay un solo Dios viviente y verdadero y que no hay otro como Él (Deuteronomio 6:4; Éxodo 15:11; Isaías 45:5).
Creemos que Dios es Espíritu Infinito (Juan 4:24). Creemos que Él es capaz de sentir dolor, celos, enojo y aborrece el pecado, es decir, las cosas que le desagradan y enlista en Su Palabra (Génesis 6:6; Deuteronomio 6:15; 1 Apocalipsis 11:9; Proverbios 6:16-19). Creemos que Él tiene un amor inmensurable para la humanidad y cuida de los suyos porque Dios es amor (Juan 3:16; Romanos 5:8; 1 Pedro 5:7; 1 Juan 5:8). Creemos que Dios es Santo, (Salmos. 99:9; Isaías 6:3; 1 Pedro 1:16). Creemos que Él es Omnipotente (Job. 42:2; Mateo 19:26), Omnisciente (Salmos 139:1-4; 1 Juan 3:20), y Omnipresente (Salmos 139:7-17). Creemos que Dios es eterno y que es antes que todas las cosas y es inmutable (Génesis 1:1; Éxodo 3:14; Salmos. 90:2; Malaquías 3:6). Creemos que la unidad de la Divinidad, existe en Tres personas que son: El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo. Estas tres personas son iguales en toda perfección divina, solo que desempeñan oficios distintos (Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14; 1 Juan 5:5). Creemos que solamente a Él se debe toda adoración (Éxodo 20:1-6; Salmos 29:2; 96:9; Mateo 4:10; Romanos 11:36; 1 Timoteo 1:17; Apocalipsis 4:11).
Sobre Dios el Hijo Jesucristo
Creemos en Jesucristo, el Hijo de Dios
Que fue concebido sin pecado por obra del Espíritu Santo y nació de la virgen María.
Que vivió sin pecado y tuvo una muerte vicaria, resucitó corporalmente de entre los muertos, ascendió corporalmente al cielo, de donde vendrá nuevamente para arrebatar a los creyentes y resucitar a los justos muertos, y que gobernará y reinará durante mil años sobre el trono de Israel.
Isaías 7:14; “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.”
Juan 1:1; “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.”
Juan 1:14; “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
Gálatas 4:4; “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,”
Creemos que el Señor Jesucristo es Dios el Hijo y el Hijo de Dios, el Eterno y Omnipotente. Creemos que Jesucristo no es un ser creado, sino el Creador. Él es eterno. El único Dios verdadero y la vida eterna (Juan 1:1; 5:19-23; 10:30-33; 14:9; 20:28; Colosenses 1:15-17; 1 Timoteo 3:16; Hebreos 1:8; 1 Juan 5:20; Apocalipsis 1:8). Creemos que nació en este mundo de la virgen María por obra del Espíritu Santo, que vino y habitó entre los hombres en forma cien por ciento humana y cien por ciento divina, y que tiene los mismos atributos que el Padre y el Espíritu Santo aun en su forma carnal. (Isaías 7:14; 9:6; Mateo 1:18; Lucas 1:31,35). Creemos en la unión hupostatica de Jesucristo. Creemos que después de haber vivido una forma perfecta en la tierra sin pecado (Isaías 53:9; Juan 8:46; 2 Corintios 5:21; Hebreos 4:15; 7:26; 9:14; 1 Pedro 1:19; 2:22; 1 Juan 3:5), entregó su vida a muerte para ser un sacrificio completo y suficiente ante Dios para la redención del hombre (Mateo 1:21; Lucas 19:10; Juan 3:16; Romanos 5:8,10; Gálatas 4:5). Creemos que después de su muerte, resucito corporalmente al tercer día conforme a las Escrituras (Mateo 12:40; Juan 20:1; Romanos 4:25; 10:9; 1 Corintios 15:3-8,17; Efesios 1:20; 1 Tesalonicenses 4:14; 1 Pedro 1:3). Creemos que ascendió al cielo para interceder por nosotros (Juan 14:2; Hechos 1:3,9; Hebreos 7:25; 10:12; 1 Juan 1:21).
Creemos que vendrá por Segunda vez para recoger a sus santos para que estémos para siempre con Él, y para entonces derramar su ira sobre los hombres que no le recibieron y después establecer su reino sobre la tierra que literalmente durará mil años. (Juan 14:3; Hechos 1:11; Tito 2:13; 1 Tesalonicenses 4:16-18; 1 Corintios 15:51-52).
Sobre Dios el Espíritu Santo
Creemos en el Espíritu Santo, que Él es una Persona divina igual a Dios Padre e Hijo. Él convence al mundo de pecado, justicia y juicio, y mora en cada salvo. Inspiró a los escritores de la Biblia y llena a los creyentes de poder para el servicio.
Juan 16;7-8; “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”
2 Timoteo 3:16; “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.”
Efesios 1:13; “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.”
Creemos que el Espíritu Santo es una Persona Divina, igual a Dios el Padre e igual al Hijo, y de la misma naturaleza (Mateo 28:19; Hechos 5:3-4; 1 Juan 5:7), y no una fuerza impersonal ya que tiene carácter y cualidades personales (Juan 14:16-17, 26; 16:17-18,13-14; Hechos 5:3; 7:5211; Efesios 4:30; 1 Tesalonicenses 5:19), y que tomó parte activa en la creación (Génesis 1:1-2,26; 2:7; Job 33:4).
Creemos que es el Autor de la Palabra de Dios (2 Pedro 1:21), además que por medio de Él fue que María concibió a Jesús (Lucas 1:35), así como también fue quien resucito a Jesús de entre los muertos (Romanos 8:11). Creemos que hoy en día la labor del Espíritu Santo es dar testimonio de Jesucristo, así como de convencer a los hombres de la necesidad de recibir a Cristo (Juan 15:26; 16:8-11). Creemos que es Él quien regenera al pecador cuando este cree en el Señor Jesucristo (Juan 14:23; Romanos 8:9; 1 Corintios 6:19). Creemos además que el Espíritu Santo es nuestra garantía de seguridad eterna (Efesios 1:13-14; 4:30) y que es nuestro Consolador e intercede a favor nuestro (Juan 16:7; Romanos 8:26-27). Creemos que en relación con el mundo Él detiene al inicuo hasta que el propósito de Dios se cumpla (2 Tesalonicenses 2:3-7).
Sobre el hombre y la caída
Creemos que el hombre es la creación suprema de Dios y que fue creado en santidad, inocencia y sujeción a la ley de Dios (Génesis 1:26-31), pero por la transgresión voluntaria cayó de aquel estado santo y feliz (Génesis 3) por cuya causa ahora todo el género humano es pecador por naturaleza, herencia y voluntad propia (Romanos 5:12). Creemos que por eso el hombre está bajo condenación, sin defensa ni excusa (Ezequiel 18:19-20; Romanos 1:18,20,32; 3:10; Gálatas. 3:22; Efesios 2:1-3).
Creemos que el hombre fue creado a imagen de Dios, pero que pecó e incurrió no sólo en muerte física, sino también en muerte espiritual (separación de Dios) y que todos los seres humanos por lo tanto nacen con una naturaleza pecaminosa y también son pecadores por elección. La paga del pecado es la muerte, y la muerte pasó a todos los hombres y mujeres.
Génesis 1:27; “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”
Isaías 53:6; “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.”
Romanos 3:23; “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,”
Romanos 5:12-19; “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. 14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. 15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. 16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. 17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. 18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.”
Romanos 6:23; “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Sobre la Salvación de los pecadores
Creemos que la salvación es por gracia mediante la fe en el Señor Jesucristo. Es don gratuito de Dios y no de obras, para que nadie se gloríe. La salvación se logra sólo mediante la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo, cuando los hombres se arrepienten y ponen su fe personal y su confianza salvadora en Él.
Juan 3:3-6; “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.”
Hechos 16:31; “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.”
Efesios 2:8-10; “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Creemos que la salvación de los pecadores es puramente de Gracia y gratuita. (Juan 3:16; Romanos 3:24; 5:1; 6:23; Efesios 2:8-9) en virtud de la obra redentora del Hijo de Dios (Lucas 10:10; Juan 3:17; Romanos 5:6-8,15-19), quien cumpliendo la voluntad del Padre (Juan 5:30; 6:57; 8:28-29,42; 17:8,18; 20:21), se hizo hombre (Mateo 1:18,25; 2:1; 1 Timoteo 3:16), viviendo sin pecado, (Isaías 53:9; Lucas 23:41; Juan 8:46; 2 Corintios 5:21; Hebreos 1:6; 4:15; 7:26; 9:14; 1 Pedro 1:19; 2:22; 1 Juan 3:5), dando con su muerte una completa expiación vicaria por nuestros pecados (Mateo 26:28; Hebreos 9:22; 1 Juan 2:2)
Creemos que Su expiación consiste, no en poner un ejemplo con Su muerte como mártir, pero en haber hecho una sustitución voluntaria de sí mismo en lugar del pecador, el Justo muriendo por los injustos, es decir, Cristo el Señor, llevando el pecado de los hombres en su cuerpo sobre el madero (Isaías 53:5; Romanos 5:8; Gal. 3:13; Hebreos 2:9; 9:28; 1 Pedro 2:24; 3:18).
Creemos que habiendo resucitado de entre los muertos (Mateo 28:6; Hechos 2:24; 3:15; 4:33; 10:40-41; 17:3; Romanos 1:14; Efesios 1:20), se entronó en los cielos (Mateo 16:9; Lucas 22:69; Efesios 1:20). Es el Salvador único, compasivo y omnipotente (Salmos. 78:39; 103; 13; Isaías 63:9; Juan 11:35-36; Fil. 2:9; Hebreos 4:15; Apocalipsis 5:12).
Creemos que esta salvación está al alcance de todo ser humano habido y por haber y que Dios desea que todos, absolutamente todos, obedezcan el llamado que Él hace para Salvación ya que éste no está limitado a un grupo selecto, pero que solo se hace efectiva para aquél que recibe por fe a Cristo como su Salvador personal. (Isaías 1:18; Mateo 11:28-30; Juan 3:16; Hechos 17:30; Tito 2:11; 2 Pedro 3:9).
Sobre la Seguridad de los creyentes
Creemos en la seguridad eterna de los creyentes y que en Cristo los hombres y mujeres son salvos para la eternidad. Que la salvación depende enteramente de la obra consumada de Cristo en la cruz y en su resurrección. Una persona nacida de nuevo es posesión eterna de Dios y se mantiene segura en Su mano eterna. Nada separará a los creyentes del amor de Dios en Cristo Jesús.
Juan 5:24; “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.”
Juan 10:27-30; “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30 Yo y el Padre uno somos.”
Romanos 8:31-35; “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?”
1 Juan 2:1-2; “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.”
Sobre La Iglesia local neo testamentaria
Creemos que la iglesia local es un cuerpo local de creyentes. La iglesia local está unida por la fe en Cristo, predicando Su Palabra, practicando Sus enseñanzas y obedeciendo Su mandato de ir por todo el mundo con el evangelio. Las ordenanzas de la iglesia son: el bautismo del y la Cena del Señor. Los oficiales de la iglesia son: el pastor y los diáconos. Cristo es la Cabeza de la Iglesia. El cuerpo completo de Cristo es un organismo vivo, espiritual, que consta de todos los creyentes nacidos de nuevo de la localidad en esta dispensación del Nuevo Testamento.
Mateo 28:19-20; “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Hechos 20:28; “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.”
Efesios 1:22-23; “y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.”
Creemos, como las Escrituras lo muestran, que la iglesia local es la asamblea compuestas por los creyentes que han sido bautizados en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo y que en común acuerdo se han asociado bajo el convenio de glorificar a Dios y juntos cumplir con el mandato de la Gran Comisión. (Hechos 2:37-42; Efesios 3:21; Mateo 28:18-20).
Creemos que la Iglesia nació el día de la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, y que Él la estableció de forma permanente en la tierra hasta que Él venga (Juan 20:21). Creemos que Jesucristo es la cabeza de la Iglesia y que tiene dos oficiales, pastores y diáconos y cuyos requisitos se encuentran bien establecidos en las Escrituras. Debido a que Cristo es la cabeza de la Iglesia, la iglesia local es un organismo vivo independiente y tiene el absoluto derecho de gobernarse a sí misma sin la intervención de jerarquías o influencias externas absolutamente. (Efesios 5:23-24; Colosenses 1:18; Efesios 4:11; Fil. 1:1; 1 Timoteo 3:1-13; Tito 1).
Creemos que el bautismo es por inmersión del creyente en agua, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, y es administrado bajo la autoridad de la iglesia local y es practicado como una manifestación de nuestro testimonio público de nuestra fe en el Señor Jesucristo (Mateo 3:4-8; 2 Corintios 5:17). Creemos que la Cena del Señor es otra ordenanza de la Iglesia y que a través de ella conmemoramos la muerte expiatoria de nuestro Señor Jesucristo (1 Corintios 11:24-25; Mateo 26:28; Efesios 1:7; Colosenses 1:14,20). Creemos que los elementos presentes son, para simbolizar el cuerpo de Cristo, el pan sin levadura ya que en la Biblia en la mayoría de los casos la levadura es un símbolo de pecado y en el cuerpo de Cristo no había pecado, así como el jugo puro de uva, sin fermentación, simbolizando éste la sangre de Cristo que fue derramada por nuestros pecados. (1 Corintios 11:23-25; Mateo 26:17,26; Éxodo 12:15; 18-20; Deuteronomio 16:3; 1 Corintios 5:7). No creemos absolutamente en la transubstanciación de los elementos.
Creemos que la Cena del Señor debe ser practicada por la iglesia local estando ésta reunida, con la frecuencia establecida por la iglesia misma y cada miembro debe de examinarse a sí mismo antes de participar en esta ordenanza (1 Corintios 11:23-33).
Sobre la separación
Creemos que el modernismo, liberalismo, humanismo, constructivismo, mesianismo y otros formas de pensamiento aparte del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, no son de Dios y que nosotros como creyentes no debemos tener parte, ni compañerismo con las obras infructuosas de las tinieblas, y que somos llamados a separarnos de tales alianzas, iglesias, grupos, organizaciones e individuos que practican y promueven tales doctrinas. (Colosenses 2:8; 1 Juan 4:1).
Creemos también que nuestra vida en todos sus aspectos debe reflejar al Señor Jesucristo y por lo tanto debemos separarnos de actividades de carácter mundano, que nuestra conducta en el mundo debe ser de carácter sagrado, por lo tanto, nuestro vestido, música, entretenimiento, forma de hablar, etc. debe ser diferente a las corrientes del sistema del mundo sin Dios. (2 Corintios, 6:4-14-18; 2 Pedro 2:1,2; 1 Juan 2:22; Judas 4; 2 Tesalonicenses 3:3-6; Apocalipsis 18:4,5; Hechos 19:8-10; Romanos 16:17,18; Gálatas. 1:8-10; Filipenses. 3:17-19; Mateo 5:14-16; 7:15-20; 1 Juan 2:15-17).
Referente al cielo y al infierno
Creemos en la eterna bienaventuranza de los salvos en el cielo y el castigo eterno de los perdidos en el infierno y después en el lago de fuego por la eternidad. El cielo es un lugar que Cristo ha preparado para los suyos, y el infierno es un lugar preparado para el diablo y sus ángeles. Hombres y mujeres irán allí porque son pecadores perdidos y rechazan el evangelio con el ofrecimiento gratuito de salvación de Dios en Cristo.
Marcos 9:43-44 “Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.”
Lucas 16:19-31; “Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. 20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, 21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. 22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. 23 Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.”
Juan 14:1-3; “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”
Apocalipsis 3:12; “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.”
Apocalipsis 20:14-15; “Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”
Apocalipsis 21:4; “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.”
Referente a las ultimas cosas
Creemos en el arrebatamiento inminente De los Santos. Es pre tribulacional. Creemos en el regreso corporal, visible y premilenial de Jesucristo a la tierra, evento conocido como la Segunda Venida. Este ocurrirá al final del período de la Tribulación. Creemos que Cristo gobernará con Sus santos durante mil años sobre la tierra. Entonces vendrán un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habitará la justicia, que durará por toda la eternidad.
Daniel 12:2; “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”
Mateo 25:46; “E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.”
Hechos 24:15; “teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.”
I Tesalonicenses 4:13-18; “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” II Tesalonicenses 2:1-12. Apocalipsis 20-21
Sobre satanas.
Creemos que Satanás es un ser creado, que era un querubín, que gozaba de privilegios celestiales, pero se halló en él maldad, por su orgullo y ambición de ser como el Altísimo, (Isaías 14:12-17; Ezequiel 28:11-19). Entre otras cosas que la biblia dice sobre está persona angelical; Creemos que Satanás ya está condenado y reservado a un justo juicio y eterno en el lago de fuego, que es el lugar preparado para él y sus ángeles (Mateo 25:41; Apocalipsis 20:10) pero mientras tanto y llegue ese día, tratará como lo ha hecho siempre de cegar la mente de los incrédulos (Mateo 13:19; 2 Corintios 4:4), así como también de desviar al creyente de la fe (Santiago 5:8).
Referente al Seminario Bíblico por Gracia es una institución bajo la autoridad de la Iglesia Bautista Por Gracia que se distingue por la doctrina bautista histórica ortodoxa. No estamos de acuerdo ni en comunión con cualquier movimiento judaizante o mesiánico ni de supuestas raíces hebreas que son heréticos, perversos, anti bíblicos y menosprecian la obra consumada del Señor Jesucristo.
Nota: no estamos de acuerdo, ni enseñamos y rechazamos la creencia o práctica que implique o enseña que la Iglesia local del Nuevo Testamento deba guardar alguna parte o toda la Ley Mosaica que fue dada a Israel exclusivamente. Ya sea para salvación o santificación. Creemos que toda la ley se cumple en el Mesías Jesucristo, tanto para salvar a los judíos como para salvar a los gentiles. Romanos 10:4; “Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.“ Gálatas 3:24; “De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.“
Romanos 1:16; “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.”